Ritual de la Serpiente y la Llama
14.06.2025
Broté de la tierra,
de un humus antiguo donde duermen los dioses,
y te vi acercarte...
luminoso como Lucero,
con el temblor del fuego en la boca.
Broté de la tierra,
de un humus antiguo donde duermen los dioses,
y te vi acercarte...
luminoso como Lucero,
con el temblor del fuego en la boca.
Te invoqué
con la lengua sellada de deseo,
bajo la luna llena
que todo lo mira y nada juzga.
Al principio no era más que un yuyito menudo, silvestre, creciendo entre piedras y grietas, como si no pidiera permiso. Le decían sananga, pero nadie sabía bien por qué. Tal vez, la razón es que tenía algo de obstinada, de simple y de sabia, como esas cosas que no se pueden explicar del todo pero igual existen.